WISLA Una historia en el Metro de Madrid

LA BOTELLA

NORMAS EN EL COLE

PAPI

Una poesía muy divertida

Mi gato no se puede levantar,
y tiene una habitación fantasmal.
del gatito, se quiere ocupar mi tiíto
del renacuajo, mi hermano pequeñajo,
del conejo, la tía con el espejo,
de las tortugas, mi abuelo con las agujas,
del guepardo, mi tío Gerardo,
de los saltamontes, mi tío que va a los montes,
de las hormigas, mi abuelo haciendo migas,
de los dos perrillos, mis dos primillos,
de los caballos, mi prima con los palos,
de las arañas, un tío que vendrá pasado mañana,
de la vaca, mi pobre tía recogiendo un poco de caca.
Porque a mí me ha encantado.
Yo tengo un hada madrina
Que me hace feliz
Y a ti infeliz,
Y de mi cuidan mis padres.

En clase Sandra e Irene

Yacob y las carreras de caballos

ROMERIA

RADAR

Allí, en Inglaterrra, los radares parecen casitas de pájaros.

Una gracia. Un pájaro, que lleva todo el día volando, ve el radar y piensa que es una casita. Se mete a 100, y la velocidad máxima es 20. El radar le pilla.

Por la tarde, un policía llama y … ¡horror!, ¡LE HAN PUESTO UNA MULTA!

A mi padre

El Cristalillo y la Madera

Erase un cristal pequeñito, que se llamaba “Cristalillo”. Lo recogió del suelo un hombre alto, un poco gordito, con barba, zapatos amarillos, pantalón y camisa roja con puntitos verdes. Un día, el cristal decidió hablar por completo. Estaba al lado de una madera muy sabia y ante un montón de trastos. Ent9onces entró un hombre, cogió el cristalillo y la madera y con ellos hizo una gran ventana, aunque necesitó más madera y muchísimo más cristal. Se sentía muy orgulloso de esa ventana que había hecho con toda su alegría. Cristalillo dijo:

--- ¡Eh, oye!

La madera le intentó calmar un poco:

---Anda, calla ¿Qué te pasa?

--- ¿Qué me pasa? ¡Que ahora nunca saldremos de aquí! Tú estás clavada con clavos y yo junto a un montón de cristales más grandes que yo. Y además,… ¿qué vamos a hacer aquí? ¿Quedarnos charlando?

La madera contestó un poco deprimida:

--- Bueno, algo de razón tienes.

Cristalillo entonces preguntó:

---Si nos quedamos aquí… ¡Que aburrimiento! ¡Y no servimos para nada!

La madera cogió un poco de ánimo:

---Bueno, para algo sí que servimos. Yo sirvo para hacer una mesa, una silla, un armario, una puerta, una banqueta entre otras cosas y tu puedes servir para hace un vaso, un plato, un retrovisor, un espejo, las ventanas del coche y algunas veces puedes hacer cubierto, y juntos, podemos hacer una ventana y una puerta para salir al balcón o a la terraza.

Cristalillo respondió también deprimido:

---Si, tienes razón.

Antes de que terminara la frase, la madera dijo:

---Y si sale el sol, tú podrías hacer una arco iris.

En ese momento salió el sol y, ¡exacto!, apareció un arco iris de mil colores. Un niño entró en la habitación. Tenía como tres o cuatro años. Al ver el arco iris gritó:

--- ¡Mamá, papá! ¡Aco iri, aco iri!

Los padres subieron muy rápido, pensando que le había ocurrido algo a Carlitos, su hijito del alma.

Este cuanto nos enseña que todos valemos para algo y a pensar siempre, siempre, en cosas muy positivas.

EL SASTRECILLO

LAS FLORES Y LA AMISTAD

EXCURSION A LA GRANJA ESCUELA

HISTORIA DE UN RAPTO

Portada del Cuento presentado al 16º Certamen de Cuento Escolar

OKSANA

ILUSTRACIONES PARA MI LIBRO

Estos son algunos de los dibujos para ilustrar mi primer libro

LA TALA

Amanecía un nuevo día en lo profundo del bosque, cuando un árbol llamado Dulceprimavera dijo a sus amigos:
Holazason, Solotorre, despertaros. He oído ruidos y a lo mejor son leñadores que vienen a talarnos. ¿Qué os parece si llamamos a los pájaros para que si vienen los leñadores vuelen hacia ellos y los asusten?,
Holasazón y Solotorre no respondieron a la llamada de Dulceprimavera. De repente apareció Juanolino, un leñador. Este le preguntó a su jefe : ¡Jefe¡ ¿estos árboles también los corto? El Jefe respondió: ¡Un momento Ya voy¡ ¡Voy a ver si los puedes cortar o no¡. ¡Te espero aquí¡ respondió Juanolino.
Si, los puedes cortar, contestó al final el jefe. Los árboles, entre tanto, no habían llamado todavía a los pájaros, pero dejaron muchas semillas para que cuando los cortaran volvieran a nacer nuevos árboles.

Microrrelato de menos de 150 palabras presentado al certamen de Grammata

LUCIA

PARA TODO EL MUNDO

LA FIESTA

CLARA e IRENE

PADRES

ESCENAS

GERONIMO STILTON

LAS CUATRO ESTACIONES