Holazason, Solotorre, despertaros. He oído ruidos y a lo mejor son leñadores que vienen a talarnos. ¿Qué os parece si llamamos a los pájaros para que si vienen los leñadores vuelen hacia ellos y los asusten?,
Holasazón y Solotorre no respondieron a la llamada de Dulceprimavera. De repente apareció Juanolino, un leñador. Este le preguntó a su jefe : ¡Jefe¡ ¿estos árboles también los corto? El Jefe respondió: ¡Un momento Ya voy¡ ¡Voy a ver si los puedes cortar o no¡. ¡Te espero aquí¡ respondió Juanolino.
Si, los puedes cortar, contestó al final el jefe. Los árboles, entre tanto, no habían llamado todavía a los pájaros, pero dejaron muchas semillas para que cuando los cortaran volvieran a nacer nuevos árboles.
Microrrelato de menos de 150 palabras presentado al certamen de Grammata