Al despertar cada mañana
me doy cuenta de algo muy importante
que con una sonrisa
puedo alegrar al alguien.
Vas paseando
y sonríes
y con un pequeño gesto
alguien sonriente vive.
Sin embargo,
todos somos muy distintos
en este gran mundo
cada uno con distintos motivos.
Cuando estás triste
o apenado,
alguien te sonríe
y las penas te ha quitado.
Es muy fácil
decirlo o escribirlo
pero a la hora de la verdad
hay que afrontarlo con sentido.
El mundo
puede cambiar,
una o dos sonrisas
pueden varias.
Por eso,
sonríe al mundo
que una sonrisa
llega a lo más profundo.
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