¡ Ohhhh ! Es ese pajarito, solito está, le criaré, le daré de comer, le daré una cama para dormir bien y calentito, y sobre todo tapadito. Le querré mucho, está tan claro como el agua, agüita fresquita, y si la bebes, congelada estás, los árboles con nieve y las plantas muertas de frío.
¡Aleluya! ¡Aleluya! La grulla encontró a su hijito preciosito.
La primavera pasó, la nieve volvió.
«INMUNDICIA»
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Esta semana nos desplazábamos un grupo de amigos a degustar un espléndido
cocido madrileño en un pueblecito perdido de la provincia de Guadalajara.
S...
Hace 6 días