Un día se levantó Martita, Martita, la que me lavaba la ropita, ropita. Luego se levantó Irenita, Irenita, la que me traía el aguyita, al aguita. Y al final se levantó Marinita, Marinita, la simpática, la que me despertó al día siguiente, yo enfadada estaba, yo la regañé y a su cuarto se fue.
Yo la llamé y la perdoné.Amiguitas fuimos, amigos y amigas hicimos, en el zoo malitas estuvieron y murireron, solitas estuvimos y felices fuimos.
SEÑUELOS
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Recibo esta semana en mi teléfono móvil una llamada —entre muchas,
demasiadas— de un teléfono que no tengo reconocido en mi agenda. Y encima a
la hora d...
Hace 6 días